Ingredientes ( 4 personas ):

- Aceite de oliva virgen extra
- 6 dientes de ajo pelados y cortados en láminas finas
- Un chorrito de vino blanco
- 1/2 cucharada de pimentón de la Vera
- 100 g. de pan de pueblo blanco, sin corteza.
- 1 litro de caldo de pollo
- 2 huevos grandes, batidos
- Sal
- 1 cucharada de perejil picado
- 2 lonchas de jamón serrano

PASO 1º:

  Calentamos un poco de aceite de oliva en una cazuela a fuego medio. Añadimos los ajos, y los salteamos hasta que estén dorados, con cuidado de que no se nos quemen (foto 1ª). Añadimos el jamón picado, dejamos que se cocine unos segundos e incorporamos el pimentón. Vertemos inmediatamente el vino y dejamos que hierva, hasta que el alcohol se evapore (unos 30 segundos). Partimos la miga de pan en trozos, con las manos y la echamos al guiso.
  Rehogamos, vertemos el caldo de pollo y removemos todo.
  Cuando empiece de nuevo a hervir, bajamos el fuego al mínimo y dejamos que se haga durante 8 minutos, poco a poco, removiendo, para que el pan se vaya deshaciendo y nos espese la sopa.

PASO 2º:

  Pasado ese tiempo, echamos los huevos batidos y los removemos con una espátula para que se mezclen con la sopa (foto 2ª). El huevo formará hebras largas, casi como fideos. Mantenemos a fuego suave durante un par de minutos más sin que hierva. Ponemos a punto de sal y espolvoreamos con perejil.
  Servimos en cazuela de barro o en un cuenco, muy caliente (foto 3ª).
  NOTA: esta sopa queda más sabrosa con caldo de pollo, de jamón, pero también se puede hacer con agua (como la manera tradicional) . El jamón, como el vino blanco también son opcionales.
  Es una sopa ideal para después de una noche de marcha...te resucitará. Esta sopa demuestra que con pocos y baratos ingredientes, pero realmente magníficos (ajo, aceite, pimentón y pan ) se hace un plato exquisito.