Ñoqui o gnocchi significa pelotilla en italiano y es un tipo de pasta hecho con patata, que da mucho juego en la cocina y de fácil preparación. En esta ocasión lo hemos fusionado con un plato gallego el pulpo " a feira". Aunque hoy en día el pulpo a la feira es un plato típico gallego, su origen es maragato (región de León). Nació del encuentro en las ferias de la vía de la plata, de mercaderes, gallegos que traían el pulpo seco y los extremeños que comerciaban, con el pimentón de la Vera y el aceite de oliva.

PASO 1º:

  En primer lugar, ponemos en una cazuela grande abundante agua con un chorrito de aceite. Mejor si pudiéramos utilizar el agua de cocción del pulpo. Cuando empiece a hervir añadimos un puñado de sal y echamos los ñoquis y las patas de pulpo. Como en está ocasión vamos a utilizar pulpo ya cocido, añadiremos éste junto a los ñoquis. De esta forma conseguiremos dos cosas, calentar el pulpo y dar sabor al agua de cocción (foto 1ª). Con un minuto hirviendo, ya basta, pero tendremos en cuenta el tiempo de cocción que nos marque el fabricante. Cuando estén " al dente" sacamos los ñoquis, y los escurrimos. En la misma cazuela de la cocción ponemos un chorro de aceite de oliva y rehogamos unos segundos los ñoquis cocidos para que se impregnen del aceite de oliva (foto 2ª). El aceite no ha de estar muy caliente, para que no se nos pasen los ñoquis.

PASO 2º:

  Emplatamos los ñoquis individualmente. Ponemos encima de cada ración, una pata de pulpo cortada en trozos con la tijera y salamos preferentemente con sal Maldon ( u otra sal gorda) y espolvoreamos con pimentón de la Vera, picante, dulce o mitad de ambos, según el gusto del comensal. Para acabar, regamos los platos con un buen chorretón de aceite de oliva virgen extra. (foto 3ª). Tendremos en cinco minutos un plato original, y muy rico.
  NOTA: Si quieres cocer el pulpo, unos consejos: congélalo antes, para romperle la textura y ablandarlo. Cuécelo en abundante agua hirviendo. Cuando el agua hierva, se sumerge el pulpo durante unos segundos, se saca, y se vuelve a introducir en la olla. Se repite la operación tres o cuatro veces ("asustar el pulpo"), luego se añade sal gruesa y ya se deja hervir de veinte a treinta minutos dependiendo del tamaño. Podemos comprobar si está cocido, introduciéndole una brocheta. Se apaga el fuego y se deja otros veinte minutos. Es aconsejable dejarlo enfriar dentro de la olla, en su propio agua, hasta que se vaya al fondo. Se sirve en plato de madera, ya que éstos retienen mejor su calor y se corta con tijeras.