PASTELES DE BELEM
Los pasteles de Belem o Pastéis de Belém, son el dulce más típico de la ciudad de Lisboa. El nombre lo tiene registrado una confitería, que fue la primera que los empezó a elaborar en el 1837. Está muy cerca del Monasterio de los Jerónimos en el barrio de Belem (Rúa de Belem 84 a 92). En el resto de ciudad y del país, se venden con el nombre de “Pastéis de nata”. Se dice que la receta es originaria del Monasterio y secreta, solo unas pocas personas la conocen. Se siguen elaborando de forma artesanal y están muy, muy buenos, podemos daros fe, de nuestro viaje a Lisboa.
Nosotros después de varias pruebas, hemos escogido ésta, que nos ha dado muy buen resultado y seguro que se le aproxima.
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Ingredientes:
*Para la masa:
- 500 grs. de hojaldre
- Una cucharada de mantequilla
*Crema de nata:
- 500 grs. de nata con 35% M.G.
- 110 grs. de azúcar glacé
- 5 yemas de huevo
- La piel de medio limón
- Una rama de canela
- ½ rama de vainilla |
PASO 1º:
Cogemos unos moldes metálicos del tipo flaneras (si son un poco más bajos mejor) y lo untamos con un poco de mantequilla. Yo he utilizado un molde conjunto de cupcake, por lo que me han salido un poco grandes, pero igual de buenos.
Por otra parte preparamos el hojaldre. Compramos dos láminas de hojaldre (las industriales suelen pesar unos 250 grs. cada una). Untamos con una capa fina de mantequilla cada lámina y la doblamos al medio. Pincelamos por encima de mantequilla y la enrollamos. Hacemos esta operación con la otra lámina. Cortamos trozos de masa de unos tres centímetros (dependerá del molde que utilicemos).
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PASO 2º:
Colocamos cada porción, en cada uno de los moldes previamente engrasados. Aplastamos el centro hacia abajo (foto 1ª). Después, con los dedos pulgares estiramos la masa del centro hacia los lados, hasta forrar uniformemente todo el molde. Una vez tengamos todos los moldes encamisados del hojaldre los reservamos. Podemos hacerlo con antelación y guardarlos en la nevera bien cubiertos con papel film, para que no nos cojan olores. |
PASO 3º:
Para elaborar el relleno, colocamos la nata (reservamos un vasito), en una cazuela al fuego, junto con la canela, la piel de limón y la vainilla. Mientras lo calentamos, batimos las yemas de los huevos, con el azúcar y disolvemos todo mezclándolo con la nata fría reservada. Una vez haya roto a hervir la nata, apartamos del fuego, tapamos y dejamos infusionar unos 5 minutos, para que coja bien todos los sabores. A continuación, vertemos poco a poco la nata caliente (colándola, retirando los aromáticos) sobre las yemas sin parar de remover. Cuando esté todo bien incorporado, lo volvemos a verter sobre la cazuela y lo dejamos a fuego suave, sin parar de remover, hasta que espese, que alcance los 85 ºC. No hace falta tener termómetro, veremos que cuando llega a esta temperatura, se quite la espuma de la superficie, y la crema empieza a napar la cuchara y a espesarse como una crema pastelera (foto 2ª). Cuando esto ocurra, apartamos del fuego y dejamos enfriar.
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PASO 4º:
Vertemos la crema ayudándonos de una cuchara, sobre los moldes de hojaldre llenándolos tres cuartas partes (foto 3ª). Metemos en el horno a 250º- 260º, durante unos 15 a 17 minutos, dependiendo de la altura de los moldes. Veremos que la crema sufla (sube) (foto 4ª) y se quema parte de la superficie. Puede ocurrir que los pasteles que están más cerca del fondo del horno se doren rápidamente, mientras los de atrás apenas nos hayan cogido color. Si vemos que ocurre esto, movemos la bandeja para que todos se nos doren por igual.
Una vez que tengamos todos los pastelitos bien horneados, los retiramos del horno, dejamos templar unos minutos para desmoldarlos. Espolvoreamos con un poco de azúcar glacé y canela en polvo, y a comer (foto 5ª).
Es mejor comerlos templados.
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