DESCONGELAR:
Descongelar carnes y pescados:
El tiempo de descongelación de las carnes y los pescados es similar, aproximadamente 5 horas.
Los productos de gran tamaño, como son los pollos, la carne para asados y guisados y los pescados enteros,tienen que ser descongelados en el frigorífico, en recipientes cubiertos, durante 12 a 24 horas antes de empezar a cocinar. Nunca se debe descongelar la carne bajo el grifo del agua caliente. Los alimentos de dimensiones pequeñas, como los filetes, si pueden descongelarse a temperatura ambiente, ya que el tiempo que requieren es breve y el riesgo de que se estropeen es muy bajo. La carne y el pescado cortados en rodajas o filetes, que estén completa o parcialmente congelados, pueden ser puestos directamente en la sartén.
Descongelar fruta:
Si la fruta va a ser consumida cruda, hay que destapar el envase y dejar que se descongele en el frigorífico durante por lo menos 24 horas. La fruta de pequeñas dimensiones (fresas, grosellas...) congelada por piezas antes del envasado en una bolsa de plástico o de papel de aluminio puede utilizarse directamente. Se puede agregar a macedonias o tartas ya cocidas, colocándola en este caso entre dos capas de gelatina para evitar que la pasta se humedezca y dejándola descongelar a temperatura ambiente. Si se desea consumir este tipo de frutas solas, hay que dejarlas descongelar en el frigorífico. En el caso de que la fruta congelada vaya a ser utilizada para hacer una compota, puede ponerse directamente en la cacerola, sobre fuego suave.
Descongelar pan y repostería:
Este tipo de productos pueden descongelarse en el frigorífico o a temperatura ambiente. Conviene quitarles el papel de aluminio o la hoja de plástico que envuelve el producto congelado. Si se quiere descongelar el pan con mayor rapidez, éste puede ponerse en el horno, a temperatura mínima. Es conveniente colocar un recipiente bajo y ancho con agua caliente en el fondo del horno para evitar que el pan se seque y se resquebraje la corteza.
La pasta quebrada que se ha congelado cruda puede ponerse directamente en el horno, sin descongelar. Lo mismo puede hacerse con los discos de pizza, que se pueden cubrir con los ingredientes elegidos y hornearse sin necesidad de descongelarlos previamente. Los pasteles que se han congelado ya rellenos y con su glaseado, deben descongelarse siempre en el frigorífico, quitándoles previamente el envoltorio.
Descongelar platos preparados:
Los platos que deben ser consumidos fríos, se descongelan dentro del frigorífico, mientras que los restantes, pueden pasar directamente del congelador al horno o al microondas. Los bloques congelados de salsas, sopas, moluscos..., pueden ponerse directamente en el recipiente escogido para descongelarse a fuego directo. Se les añade un poco de agua o caldo.
Los recipientes semirrígidos de aluminio y las cajas de plástico que contengan platos preparados o precocidos deben ser puestos sin abrir, debajo del agua fría del grifo. Luego se vierte el contenido en el recipiente escogido, donde el plato se calentará y alcanzará el punto óptimo de cocción.
Descongelar salsas y fondos:
Deben descongelarse sobre la llama, a fuego lento, y mantenerlos así hasta que se derritan y calienten bien, sin olvidarse de remover de vez en cuando.
Descongelar verduras:
Las verduras congeladas que vayan a hervirse pueden verterse directamente en agua salada en ebullición. El
punto de cocción se alcanza en poco minutos, (tardan en cocerse 1/3 del tiempo menos que las verduras frescas).
Cuando las verduras descongeladas vayan a utilizarse en guisos con jugo abundante, pueden cocinarse junto con el resto de los ingredientes frescos, echándolas en el recipiente usado en el momento indicado para respetar los tiempos de cocción.
Las verduras cortadas en rodajas o tiras pueden guisarse directamente en la cazuela con un poco de aceite o mantequilla, o bien cocerse, como las demás verduras, en agua hirviendo.
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